Invitación: No me interesa lo que hagas para vivir. Quiero saber lo que ansias, y si osas soñar con lo que desea tu corazón. No me importa la edad que tengas. Quiero saber si te arriesgas buscando como un loco el amor, los sueños, la aventura de estar vivo. No me interesa saber qué planetas cuadran tu luna. Quiero saber si has tocado el corazón de tu propio dolor, si te han abierto las traiciones de la vida o si te has contraído y cerrado de miedo a más dolor. Quiero saber si te puedes sentar con el dolor, el mío o el tuyo sin moverte para esconderlo o apagarlo o conciliarlo. Quiero saber si puedes estar con alegría, mía o tuya; si puedes bailar con desenfreno y dejar que el éxtasis te llegue a la yema de los dedos sin precaverte a ser cuidadoso, realista o a recordar las limitaciones del ser humano. No me importa si lo que me cuentas es verdad. Quiero saber si puedes desilusionar a alguien siendo fiel a ti mismo; si puedes soportar la acusación de traición sin traicionar tu propia alm...
Ojo de Agua Escribí a Marsella, a la flecha, hilo negro, que hace del mar la boca negra del mundo, y por ahí caminamos con los ojos concentrados en la pérdida de color, rojo oxidado de la espesura, brillo de la cuerda que saltó cuando gritamos “no nos roben los ojos de agua” por su inarmónico acorde desigual, puente que deshoja a cada paso una página escrita de duelo, contrabando y tránsito, ahí en el punto calvario donde la mismidad se hace ajena y lo extraño nos clava la punta de las vides derramadas en la fisura del esternón, por su canción mal pronunciada, por los paneles obscenos de producción y las manos bajo tierra buscando un ancla que sacuda los frutos pueblo abajo antes del amanecer. Escribí en Venecia y sus calles flotantes, su olor putrefacto, sus hablas incomprensibles y su vocación de suicidio angosto, subiendo museos baratos para ver todo el ahogo caer en canaletas perdidas, barro deshaciéndose al magma original en un remolino tan oscuro que arrastraba en su elips...
Pasar al contenido principal CULTURA //// 02.12.2012 La experiencia dolorosa de los cuerpos Un comentario sobre lo real y las formas a propósito del poema El Hule. Facebook Twitter WhatsApp Telegram Compartir Por Victoria Palacios l Un trazo perpendicular, en su anclaje rítmico y semántico, pero central pensando en términos de una “poética de la gravedad” en la década del 80' en argentina, es la necesidad de expandir las fronteras génericas de las disciplinas cuyo interés se centra en la subjetividad. La experiencia de la represión política, social y cultural, y su concresión, a través de distintas formas de violencia sobre los cuerpos, irrumpe en el corazón mismo de la producción poética que prolifera en sus recursos junto a la teoría del conocimiento, el psicoanálisis, la filosofía y la ontología. Frente a esta proliferación vinculada al retorno de un conjunto de lecturas que delimitan sus modos de traducción y representación de las tradiciones e identidades nacionales, el Hor...
Comentarios
Publicar un comentario